"Debes ser consciente que estás cargando con un trauma que te hace actuar con demasiada cautela"
Esta semana atendí a Elena que cargaba con tres fracasos encima. Una buena persona que con todo lo que sabía y podía hacer es, sin duda, una mina de oro.
Sin embargo, ella vino llena de temores y angustiada porque le quedaba poco de su ahorro y no veía la fórmula para comenzar a producir dinero. Su miedo principal era gastarse sus últimos 5 mil soles en comer y luego no poder hacerse cargo de su familia.
Lo peor, es que los fracasos no fueron por su trabajo, siempre estupenda, sino por descuidos en los acuerdos que el estableció con sus socias. Una buena persona por confiada, puede verse estafada por su familia, sus amigos o por cualquier inversionista con el que se asocie.
El error reiterado de Elena fue el exceso de confianza o más bien, el descuido en el manejo de las finanzas de sus empresas. Técnicamente y en la parte productiva (que era su fuerte y, además, su ocupación dentro de los proyectos que desarrolló) era impecable.
Ahora, Elena estaba ahí. Pidiendo consejo y, felizmente, con toda la voluntad de identificar los problemas y hacer los cambios necesarios.
En dos horas, Elena abrió el libro de su vida y pudimos revisar sucesos que le acontecieron y que marcaban su personalidad de tal manera que la llevaba a no ocuparse de ciertas cosas importantes: las ventas, el contacto con sus socios, la identificación y defensa de sus intereses.
Luego, pudimos bastante rápido en realidad, identificar el qué hacer. Frente a un experto, eso es fácil, frente a alguien que trabaja bien, qué sabe su negocio, el trabajo de identificar que puede sacar al mercado resulta sencillo, más aun cuando eso que sabe es una carencia en el mercado.
El fracaso, los fracasos, son heridas que si no sanan bien funcionan como una discapacidad.
(Fuente: Juan Infante)
!!!!VEN y ÚNETE A LA FAMILIA DE UNIQUE!!!!!!!
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